jueves, 28 de marzo de 2013

Chico & Rita


CHICO & RITA - Javier Mariscal y Fernando Trueba
Ediciones SinsEntido, Tapa dura 17,5 x 24,5 cm. 210 páginas

Chico & Rita es una película de animación dirigida por Fernando Trueba y Javier Mariscal. Fue Premio Goya y nominada para los Óscar en su categoría. La homónima novela gráfica, dedicada a Bebo, es una adaptación de la película al formato cómic: La Habana 1948. Chico Valdés es un joven pianista cubano que sueña con hacerse un hueco en el mundo del jazz; Rita La Bella es una cantante con una voz extraordinaria que cautiva a todos. La música los une y se embarcan en una apasionada y atormentada historia de amor localizada en La Habana, Nueva York, París y Las Vegas con banda sonora de jazz latino como telón de fondo.

Dice Fernando Trueba que
"Chico & Rita nació de la amistad, de mi gran amistad con Chavi (Javier Mariscal) y del deseo de trabajar con él, de hacer algo juntos.
Cuando estaba montando Calle 54 pensé quién me gustaría que diseñara el cartel, el disco, el arte de la película. Para mí no podía ser otro que Mariscal. Así que lo llamé, y le enseñé un primer montaje de la película. Se entusiasmó. Ahí nació una amistad. Al ritmo del jazz latino y la música cubana. Luego vinieron sus portadas para los discos de Calle 54 records. Pero faltaba el sueño. Hacer juntos una película. Que los colores y las líneas de Mariscal se animaran, cobrasen vida. Un día vi un clip que habían hecho en su Estudio para Compay Segundo. En algunos fondos aparecía La Habana vieja dibujada por Mariscal. Ahí se encendió la bombilla. Haríamos una película en Cuba.
Y claro, cómo no, sería una historia de música. La historia de amor de dos músicos, una cantante y un pianista. A través de ellos se cuenta la historia de tantos músicos cubanos, de varias generaciones, de los que se fueron, y también de los que se quedaron. Y también la historia de amor de dos ciudades, La Habana y Nueva York. La ciudad donde la música cubana y el jazz se fundieron en algo que se llamó jazz afro-cubano, cubop, jazz latino, qué más da.
Ahora tienes en tus manos el libro, el cómic, la novela gráfica, qué más da. Y como ocurría ya en sus Garriris, aquí tienes también todo un universo, surgido de la mano y la mirada de Mariscal, dónde, bajo el sol de La Habana o en el frío de Nueva York, Picasso y Tintín bailan al ritmo de su lápiz rumbero".
 




viernes, 22 de marzo de 2013

Lágrimas negras


Ramón Emilio Valdés Amaro "Bebo Valdés" ha muerto hoy en Suecia a la edad de 94 años.

Lágrimas negras (2003): Bebo Valdés (piano), Diego "El Cigala" (voz), Paquito D'Rivera
(saxo alto), Javier Colina (contrabajo) y Piraña (cajón). Videoclip de Carlos Carcas.

jueves, 21 de marzo de 2013

Badajoz 1930

 
Por iniciativa del Archivo Provincial de la Diputación de Badajoz  y con el fin de difundir sus distintos fondos/colecciones documentales para formar con ellos una exposición virtual permanente, comienza este mes de marzo de 2013 la presentación mensual de un documento seleccionado en base a criterios de singularidad por su tipología, contenido o formato.
La fotografía de arriba (c. 1929) pertenece a la colección de 281 negativos del fotógrafo Fernando Garrorena Arcas. Está tomada desde lo que hoy son los Jardines de la Galera, cuyo edificio se muestra en el centro al final del lienzo sur de la muralla de la Alcazaba y ante la torre de Espantaperros; tras ésta, sobre el caserío de la ciudad, se ve media cúpula de la iglesia de la Concepción y la torre de la Catedral.
 
Las fotos de debajo corresponden a las fachadas sur y norte de nuestra Puerta de Palmas. Están descargadas de esta página de la Biblioteca Virtual del Patrimonio Bibliográfico, proyecto cooperativo del Ministerio de Cultura y las Comunidades Autónomas cuyo objetivo es la difusión mediante facsímiles digitales de colecciones de manuscritos y libros impresos que forman parte del Patrimonio Histórico Español.
Pertenecen a una colección de 60 fotografías antiguas de calles, plazas y edificios emblemáticos de Badajoz, realizadas entre 1927 y 1936 por el fotógrafo portugués António Passaporte (1901-1983). No se pierdan el resto pulsando sobre el enlace.
 

viernes, 15 de marzo de 2013

James Joyce, dublinés


James Joyce (Dublín 1882 - Zúrich 1941) escribió, desde su prolongado y autoimpuesto exilio, poesía, teatro, ensayo, crítica literaria y artículos periodísticos, pero es su narrativa, agudo retrato de la naturaleza humana, la maestría en el uso del lenguaje y el brillante desarrollo de nuevas formas literarias lo que le hizo ser reconocido como uno de los más importantes e influyentes escritores del siglo XX: Dublineses (relatos,1914), Retrato del artista adolescente (novela autobiográfica, 1916), Ulises (su obra maestra, 1922) y Finnegans Wake (experimental y controvertida, 1939).

DUBLINÉS - Alfonso Zapico
Ediciones Astiberri, Bilbao 2011 (3ª Edición) - Tapa dura, 17,5 x 24,5 cm. 231 páginas

El asturiano Alfonso Zapico, Premio Autor Revelación en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona 2010, se ha sumergido durante tres años en el proceso de creación de Dublinés, una novela gráfica centrada en la biografía de James Joyce que se desarrolla durante el pasado siglo en Dublín, Trieste, París y Zúrich, y por la que ha ganado el Premio Nacional del Cómic 2012 promovido por el Ministerio de Cultura.



 

jueves, 14 de marzo de 2013

viernes, 8 de marzo de 2013

Antonio Covarsí (3)

Antonio Covarsí: Cinco relámpagos estallan en sollozos

Antonio Covarsí:   FRAG MEN TOS   2000 - 2002
Galería Christian Franco, Avenida Juan Carlos I nº 10, 06001 Badajoz
Del 23 de abril al 8 de mayo de 2002
 
Fragmentos es una serie de 60 fotografías en blanco y negro montadas sobre puertas y ventanas, recuperadas y restauradas por el autor (recuerdo haber sorprendido por entonces a Cosme rebuscando en los contenedores de ripios y basura de la calle). Las imágenes aquí mostradas pertenecen a la invitación y al folleto de la exposición.

En las fotografías, compuestas para encajar en los marcos, se juega con la profundidad de campo. La trama son gotas de lluvia sobre un cristal y en un segundo plano, fuera de foco, el sujeto o motivo de la imagen: indagaciones poéticas de la realidad subrayadas con versos extraídos del libro Tiempo de espera de Pablo Guerrero.

 
El espectador se encuentra de frente con las hojas horizontales de dos ventanas tras cuyos cristales, salpicados por la lluvia, discurre una serie narrativa. «Nada queda sin la constatación de su mirada» reza el título, un verso doblemente explícito: porque se ajusta a la imagen y porque incluye una rigurosa definición del arte, del oficio y del afán de Antonio Covarsí: constatar la existencia de la realidad a través de la aplicación singular de su mirada. No se trata, pues, de la aplicación del tópico: que el objetivo de la cámara sea prolongación de los ojos del fotógrafo y que ojos y objetivo sean la suma o la combinación de la técnica y el hombre, porque hace tiempo que quedó sobreseído el atractivo léxico que derivaba del hecho de que precisamente la palabra «objetivo» se convirtiera en el nombre común del «ojo» de la cámara y pusiera así de manifiesto no sólo la oposición radical entre «objetivo» y «subjetivo», sino, sobre todo, la exclusión del hombre (el sujeto) de toda definición neutral de la realidad (el objeto) y su sustitución definitiva por el objetivo de la cámara. «La naturaleza que habla a la cámara es distinta de la que habla al ojo», escribía Walter Benjamin en 1931; «distinta sobre todo porque, gracias a ella, un espacio constituido inconscientemente sustituye al espacio constituido por la conciencia humana». Pero la fotografía abjuró pronto del espejismo de una naturaleza técnica que la condenaba a ser sólo representación «objetiva» y documental de la realidad y prefirió que el «objetivo» se volviera «subjetivo» y que las imágenes alcanzaran significación poética. El espacio dejó de ser un azar inconsciente y fue el fotógrafo el que advirtió la condición natural de los espacios fotografiables y el que decidió crear las condiciones de la fotografía, la cualidad de los escenarios, la reproductibilidad de los objetos. En este sentido, llevando hasta el extremo tan particular relación de ojos objetivos y subjetivos, Antonio Covarsí ha decidido acotar en sus «Fragmentos» una parcela muy concreta de la realidad, la que se configura en torno a otro tipo de objetivos o de ojos: las puertas y las ventanas, que no son sino las miradas huecas de la arquitectura. Y, elegida la dimensión visual, la cámara de Covarsí se coloca en los dos lados, dentro y fuera, de modo que el espectador que contempla sus fotografías va sucesivamente del interior al exterior, alternando perspectivas que a un tiempo lo sitúan y lo descolocan. Tras las puertas y las ventanas predominan los rostros («Grietas de soledad», «Un roce de miradas con brillos minerales») y los ojos, ojos que miran hacia fuera, que se esconden tras las celosías en multiplicación oculta de la mirada («Quien huye del destino y entierra su mirada»), que tal vez miren al espectador: una representación reflexiva o especular, vemos ojos que nos ven y ojos que nos miran, nos vemos y nos reflejamos. El interior es oscuro y enigmático, una suerte de penumbra difusa y misteriosa, una desolación cautiva e indescifrable. Pero si el espectador entra en la imagen y se sitúa de puntillas junto a los personajes que lo miran, junto a esas muchachas de «Era tu cuerpo lleno, vacío de mentiras» que apenas dejan intuir una brumosa intimidad doméstica, junto al semblante afligido de «Señas de identidad», las ventanas se interponen entre la lluvia y el paisaje, la visión se difumina y el espacio se destiñe. Se adivinan las siluetas de un panorama estático: el muro de enfrente, la curva desleída del camino, el esqueleto invernal del árbol de la avenida, unas flores o unas manchas de tierra, gotas de lluvia trazando regueros de tinta sucia en el cristal, esqueletos de mariposas, caprichos informes del azar del agua en los cristales. Se trata, en definitiva, ya sea dentro o fuera, de la interminable hipnosis de la lluvia, el fenómeno siempre igual y siempre renovado de la alteración de la realidad que produce la lluvia. De ahí, sin duda, que Antonio Covarsí la haya elegido como eje, o límite, o frontera, entre la realidad y su mirada, como filtro central de estos «Fragmentos»: de un lado los rostros, los ojos, los paisajes; de otro lado, la multiplicación de cristales y sus peculiares transparencias: puertas o ventanas, objetivo de la cámara, ojo del fotógrafo; en el centro, en fin, último cristal, la lluvia.
(06.05.05 Constatación de la mirada:
Gonzalo Hidalgo Bayal a propósito de Fragmentos)
 

domingo, 3 de marzo de 2013

Cómics: Davodeau / Pedrosa

 
LOS IGNORANTES, Relato de una iniciación cruzada - Étienne Davodeau
Ediciones La Cúpula, Barcelona 2012 - Tapa dura, 20 x 28 cm. 273 páginas
Étienne Davodeau es un autor de cómic que no sabe casi nada del mundo del vino. Richard Leroy es un viticultor que casi no ha leído cómics. Pero los dos están rebosantes de buena voluntad y de curiosidad ¿Por qué alguien decide consagrar su vida a dibujar cómics o a producir vino? ¿Cómo y para quién se hacen? Para responder a estas preguntas, durante más de un año Étienne se ha ido a trabajar a los viñedos y a la bodega de Richard, quien, a su vez, se ha sumergido en el mundo del cómic. Han abierto muchas botellas y leído bastantes cómics. Se han paseado en busca de autores y viticultores apasionados por su oficio. Étienne Davodeau apuesta a que hay tantas formas de realizar un libro como de producir vino. Constata que ambos tienen ese poder, necesario y precioso, de unir a los seres humanos. Los ignorantes nos propone el feliz relato de esta iniciación compartida. (De la contraportada).
 
Estas Navidades mi hermano y mi cuñada me han sorprendido con el estupendo regalo de Los ignorantes. Tras la lectura, y siguiendo su recomendación, me he agenciado Portugal (Premio FNAC, Festival Internacional del Cómic de Angoulême 2012) del que también he dado buena cuenta. Ambos han sido un auténtico disfrute.
 
A lo largo de mi vida de lector empedernido no he prestado especial atención al cómic. Hago memoria y reviso mi biblioteca... los TBO de la infancia: Zipi y Zape (Escobar); Mortadelo y Filemón, 13 Rue del Percebe, El botones Sacarino, Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio (todos ellos de Ibáñez); algún Roberto Alcázar y Pedrín (Juan Bautista Puerto y Eduardo Bañó) y El Guerrero del Antifaz (Manuel Gago), pero más de El capitán Trueno (Víctor Mora y Ambrós) y su autocompetencia El Jabato (Victor Mora y Francisco Darnís) comprados en los quioscos de San Francisco. Ya en la adolescencia no me perdí ningún Tintín (Hergé) y ningún Astérix (Goscinny y Uderzo), y tampoco algún Lucky Luke (Morris y Goscinny). Por influencia de mi tío Rafael coleccioné los fascículos de Los Forrenta, La Constitución, Historia de Aquí y Forges '82 (todos ellos de Forges). Y de adulto, "cómics de adultos": las historietas eróticas de Horacio Altuna y Milo Manara (ver aquí entrada con reseña de Los Borgia) y los Valentina, Historia de O y La Venus de las Pieles (de Guido Crepax). Veo también en las estanterías una adaptación del Drácula de Stoker/Coppola firmada por Thomas, Mignola y Nyberg y un precioso libro de retratos de artistas de Tullio Pericoli, regalo de mis padres.
 
El cómic, la historieta, nace como fenómeno de masas en la prensa estadounidense de finales del XIX. Desde que también se ha puesto a dibujar la realidad lo llamamos "novela gráfica". Con un lenguaje distinto al puramente literario, cinematógrafico o fotográfico/pictórico, aunque sirviéndose de todos ellos, fondo y forma se entremezclan ofreciendo nuevas posibilidades expresivas para narrar y emocionar.
 
Al que le interese el tema le recomiendo el artículo de ElPaís Semanal del pasado 10.02.13 Un paseo de cómic con Max, artista invitado al estand de ElPaís en Arco.
 
PORTUGAL - Cyril Pedrosa
Norma Editorial, Barcelona 2012 - Tapa dura, 23,5 x 31 cm. 263 páginas
Simon Muchat es un dibujante de cómics en plena crisis. Después del éxito de su primer libro, sufre un bloqueo que le impide volver a escribir. Este bloqueo lo está destruyendo todo: su trabajo, su vida personal, sus ilusiones... Hasta que recibe la invitación para asistir a un festival de cómics en Portugal, el país de los veranos de su infancia. Allí renacerán en él las ganas de vivir y de crear. Sus colores, sus olores, su idioma, todo se conjura para que Simon decida retomar las riendas de su vida y descubrir el misterio que esconde su familia, originaria de Portugal, y muy distanciada por motivos que se pierden en la bruma de los años. Cyril Pedrosa, autor de Tres sombras, regresa con una historia intimista y poética sobre la familia y la identidad, con un dibujo que ha despertado la admiración de crítica y público en Francia. (De la contraportada).