lunes, 25 de junio de 2012

Paula by Hendrik Kernstens


Hendrik Kerstens (La Haya, 1956) vive y trabaja en Amsterdam. En 1995, a los 39 años de edad, decidió dejarlo todo para hacerse fotógrafo y comenzó a realizarle retratos a su hija Paula, quien en ese momento tenía 9 años. Desde entonces hasta ahora la ha fotografiado sin descanso. La mayor parte de su trabajo está hecho en su casa, con una cámara de gran formato 4x5: su hija de modelo, unos cuantos fondos de distintos tonos y la luz que entra por la ventana. Kerstens lleva 15 años haciendo casi la misma foto, apropiándose de la estética de los pintores flamencos de los siglos XV y XVI, con tan sólo los elementos indispensables para lograr unas imágenes sobrias y elegantes.




La joven de la perla (~1665, óleo sobre tela, 45x39 cm, Mauritshuis de La Haya), también conocido como Muchacha con turbante, La Mona Lisa holandesa o La Mona Lisa del norte (en holandés Het meisje met de parel, La joven con la perla), es una de las obras maestras del pintor holandés Johannes Vermeer van Delf (1632-1675). El tenebrismo del fondo contrasta con la luminosidad de la figura de la chica que dirige al espectador una íntima mirada cristalina; los otros dos puntos focales de la imagen, la perla y el brillo de los labios, construyen un triángulo mágico que atrapa nuestra atención.

La muy premiada película Girl with a Pearl Earring (2003, La joven de la perla en España y La joven con el arete de perla en Latinoamérica), dirigida por Peter Webber e interpretada en sus papeles protagonistas por Colin Firth (Vermeer) y Scarlett Johannson (Griette) es la adaptación cinematográfica de la obra homónima de la escritora estadounidense Tracy Chevalier. Nominada a los Oscars por mejor fotografía, mejor dirección de arte y mejor diseño de vestuario, "todos los adjetivos se quedan cortos a la hora de definir la perfección fotográfica, la exactitud de la ambientación o la minuciosidad de los vestidos y los objetos que componen las imágenes de 'La joven de la perla'... Sin duda, lo más destacable de la película es el indescriptible placer estético que produce su contemplación" (según el parecer de Alberto Bermejo).

Salvador Dalí en Diario de un genio (Tusquets Editores, colección Andanzas nº 11, Barcelona diciembre 1983) incluye una tabla comparativa con evaluación de los grandes pintores de la historia. En primera posición coloca precisamente a Vermeer de Delft al que da la puntuación máxima de 20 en los apartados Técnica, Inspiración, Color, Tema, Genio, Composición, Misterio y Autenticidad; en Originalidad le da sólo un 19. A continuación, y por este orden, aparecen Rafael y Velázquez, que lo superan en Originalidad con un 20, seguidos por Leonardo da Vinci en cuarta posición que iguala a Vermeer en este apartado. Después se coloca él mismo en quinta posición, con 19 puntos en Originalidad y Misterio, por delante de ¡Picasso! que, siempre según Dalí, le supera por poco en Inspiración, Tema y Genio, aunque, eso sí, le da tan solo 2 puntos en Misterio cuando él se autoevalúa con un sobresaliente19.

viernes, 22 de junio de 2012

Toto Estirado + (I)


Apocalipsis para uno
Alfredo Liñán Corrochano
(Dibujos Toto Estirado)
Del Oeste Ediciones, Editora Regional de Extremadura
Badajoz, Octubre de 1997

"José Antonio Estirado, Toto, fue, hasta su muerte, el 12 de julio de 1994, un personaje singular de la bohemia en Badajoz. Su figura ascética y desastrada, de hombros caídos y mirada inquieta, aún es recordada por muchos ciudadanos que, quizá en un rincón de sus casas, conservan alguna de sus pinturas. Toto exprimió su vida en la urgencia y el absurdo del propio vivir. Su autodestrucción fue un verdadero apocalipsis que bebió sorbo a sorbo". (De la solapilla del libro).

Es muy poco lo que encuentro de Toto Estirado en internet. Me he propuesto recopilar lo que pueda e irlo trayendo hasta aquí en dos o tres entradas. He comenzado por escanear las imágenes que aparecen en el libro arriba reseñado. La apertura de "los siete sellos" (Apocalipsis de San Juan), de consecuencias devastadoras, sirve de hilo conductor para que Alfredo aliñe una veintena de poemas elegíacos inspirados en la figura de Toto y en sus pinturas. Como en el libro no aparecen los títulos de los cuadros (si es que los tienen) me tomo la libertad de inventarlos.

Toto Estirado - Paisaje: Árboles y río

Toto Estirado - Retrato: Una María (1991)

Toto Estirado - Marina: Veleros en el mar

Toto Estirado - Bodegón: Florero con rosas rojas y amarillas y limones

Toto Estirado - Paisaje: Dehesa con encinas

Toto Estirado - Paisaje: Torre de Espantaperros (09.1992)

Toto Estirado - Paisaje: Otoño, árboles y charcas (1994)

Toto Estirado - Crucifixión: El grito (01.1993)

Toto Estirado - Anotaciones (Mayo-Octubre 1992)

       RÉQUIEM POR TOTO ESTIRADO 
       Hoy he sabido al fin lo de tu muerte
       y he puesto el pulso y la memoria en vilo,
       te fuiste de la vida con sigilo
       como habitaste en ella, de tal suerte
       que la ciudad se asola por tenerte
       como te tuvo siempre en el olvido
       y cuando vuelva buscaré abatido
       su foto bajo el arco de tus cejas,
       te buscaré por bares y callejas
       como si no supiera que te has ido.

José María Lafuente. Málaga, 1995.

Munch, El Grito (1893). Oslo, Galeria Nacional Noruega.

domingo, 17 de junio de 2012

El lagarto está llorando

(A mademoiselle Teresita Guillén
tocando su piano de seis notas)

          El lagarto está llorando.
          La lagarta está llorando.
          El lagarto y la lagarta
          con delantalitos blancos.
          Han perdido sin querer
          su anillo de desposados.
          ¡Ay, su anillito de plomo,
          ay, su anillito plomado!
          Un cielo grande y sin gente
          monta en su globo a los pájaros.
          El sol, capitán redondo,
          lleva un chaleco de raso.
          ¡Miradlos qué viejos son!
          ¡Qué viejos son los lagartos!
          ¡Ay, cómo lloran y lloran,
          ay, ay, cómo están llorando!

Federico García Lorca
Canciones, 1921-1924

Recordemos las palabras de Francisco Rico, que vienen al caso: "El poema empezó por ser un objeto verbal forjado para mantenerse en la memoria (para ser ahí releído, recitado y aun, si se quiere, redicho)... El buen poema alcanza el propósito que lo define, engendra y articula: pervivir en la memoria, extenderse en el tiempo" (ver entrada "Rico, Rico" del 03.06.2012). Me voy a tomar la licencia, además, de considerar que este poema constituye todo un "tópico" en cuanto lugar común de la infancia de muchos de nosotros.

Quizá sea éste el primer recuerdo poético que tengo. Creo que los versos aparecían en un libro de lectura escolar de Edelvives y era tarea del colegio memorizar el poema para después interpretarlo en clase (elevar las manos y la mirada al cielo para a continuación bajar los brazos trazando un círculo, mientras se declamaba "el sol, capitan redondo", y ese tipo de cosas).

Cuando lo aprendí no sabía quien era Lorca, ni que los lagartos ya venían de serie con delantalitos blancos, ni que los que lloran lágrimas fingidas para obtener ventaja de los incautos son los cocodrilos, más grandes y fieros, devoradores de ñus en los ríos que riegan el Serengueti. Tampoco que los lagartos no se casaban por la iglesia y que los anillitos de plomo son cosa de naturalistas y no de curas, ni que el que sean plomados aunque de oro sean es porque, al decir de algunos, los anillos de desposados son tan pesados que se necesitan dos personas para llevarlos y, en ocasiones, ayuda de una tercera o más.

"El lagarto está llorando" está dedicado a Teresa Guillén, hija de Jorge Guillén, poeta de la Generación del 27 Premio Cervantes. Pertenece al poemario "Canciones (1921-1924)", publicado en 1927, que se organiza en once secciones: la tercera, titulada "Canciones para niños", recoge este poema.

Son composiciones breves, con paralelismos y estribillos típicos de las canciones populares, vivas en su tiempo. La naturaleza, el paisaje, están constantemente presentes: el día y la noche, el sol y la luna (*1), el cielo, el campo, los animales, las plantas, la fuente... No son poemas discursivos sino collages ("retablos" decía el poeta) de imágenes relacionadas.
(*1) De la primera sección titulada "Teorías" transcribo este "Arlequín":
Teta roja del sol. / Teta azul de la luna. / Torso mitad coral, / mitad plata y penumbra.

Influido por los modernistas (*2), en estas composiciones hay humor, ironía, sensualidad, pero también cierto patetismo: la angustia por la pérdida de la infancia (irrecuperables "estos días azules y este sol de la infancia", último verso de Machado encontrado en el bolsillo de su abrigo) y la idea de la muerte como destino de la vida (al final del poema no queda claro si los lagartos lloran desconsola- damente por la pérdida de su anillo de desposados o por lo viejos que son).
(*2) Del modernista Rubén Darío es esta "sensual y patética" princesa, extraída de mi memoria de una casilla vecina a la del poema de Lorca:
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.

Música, colorido, fantasía, ternura... y tristeza. Me confieso más machadiano que lorquiano pero debo reconocer que este poema me emociona ahora más que antes: cosas de la edad, del conocimiento y sobre todo de la nostalgia, supongo.


     La empresa Lambertz, fabricante de dulces y galletas, edita anualmente un calendario considerado el "Pirelli" alemán por la sensualidad de sus imágenes. José Manuel Ferrater se ha encargado de fotografiar a Paz Vega, protagonista de la edición de 2012. Esta es la lámina correspondiente al mes de noviembre a la que he eliminado los números porque distraen.
     En esta cuidada instantánea, no me negarán que folclóricamente lorquiana, aparece Paz con pose de lagarta (ojo, también sinónimo de pícara) como exige el guión, ataviada con un delantalito azul; al haber perdido su anillito está muy seria, aunque no llega al llanto porque, para paliar el disgusto, la han colmado de brazaletes y pulseras y le han dado una lata de galletas de las que no engordan.
     Algunos opinan que no sé ya que hacer para sacar mujeres ligeras de ropa o sin ella en este mi blog: estoy totalmente de acuerdo. No se pueden imaginar el trabajo que me tomo en buscar estas imágenes para ilustración de un texto o, también, para escribir todo un texto que justifique mostrar estas imágenes.

lunes, 11 de junio de 2012

Manara & Jodorowsky


LOS BORGIA
(Edición integral de los cuatro álbumes que componen la serie:)
1.- Sangre para el Papa
2.- El poder y el incesto
    3.- El veneno y la hoguera 
4.- Todo es vanidad       
Dibujo: Milo Manara - Guión: Alejandro Jodorowsky
Cartoné, 19 x 26 cm. 216 páginas
Norma Editorial, primera edición Mayo 2012

La familia Borgia constituye una de las más fascinantes sagas europeas. De origen español, llegaron a dominar buena parte de Italia desde el trono papal, que usaron en su propio interés para enriquecerse y alcanzar el poder político. Considerados la primera familia mafiosa de la historia, su leyenda ha trascendido fronteras y ha hecho correr ríos de tinta.
También los maestros del cómic europeo Milo Manara y Alejandro Jodorowsky sintieron la fascinación por los Borgia y se entregaron a plasmar su apasionante historia. Con especial interés por sus detalles más morbosos, nos regalan esta historia de engaño, pasiones, incesto, violencia, traiciones, sexo y asesinatos, publicada ahora en edición integral.

Pues eso: engaño, pasiones, incesto, violencia, traiciones, sexo y asesinatos.
Un guión con mucho morbo y muy bien dibujado.

viernes, 8 de junio de 2012

Terre de Personne / Territoires

 Armando, Theo, Miroslav y Luis. Pierre Gonnord, fotografías de la serie "Terre de Personne".

Armando, Theo, Miroslav y Luis, trabajadores del pozo de Santiago de Aller (Asturias) y de la mina de Villablino (León), recien salidos del tajo, tiznados de carbón, cansados y ajados después de ocho horas de trabajo: rostros duros pero limpia mirada.

Aseguran que Gonnord les eligió «por nuestros rasgos y nuestro carisma». La visita del fotógrado pilló por sorpresa a los mineros: «íbamos llegando al vestuario y, antes de cambiarnos, nos pedía hacer una foto»; «sólo tardó unos minutos, me dijo que mirara a la derecha y a la izquierda, disparó unas cuantas veces y terminó, no me mareó». Un mes después del encuentro, recibieron cada uno de ellos «dos fotografías de tamaño folio y una invitación para ver la exposición».


Los tres reconocen que su empleo «es muy duro», pero piden «que la mina dure siempre, que no se termine nunca». Se confiesan «enamorados y enganchados» al trabajo en las explotaciones de carbón: «Mina es nombre de mujer ("fatal") y es tan astuta que enamora».

Charlotte e Iris. Pierre Gonnord, fotografías de la serie "Territoires".

Del gueto judío de Cannaregio, en el centro de Venecia, proceden algunos de los protagonistas de las fotografías para la serie "Territoires", como Charlotte, niña australiana de raza hebrea, Attia, o el longevo arquitecto judío Friedrich. En Portugal, otra de sus últimas estancias, el artista visitó algunas escuelas de Lisboa en dónde realizó los retratos de los jóvenes Iris y Sandro, y comunidades de pescadores, como la de Fonte da Telha o la de Nazaré, en dónde captó ese aire de orgullo de alto linaje de la bella Julia, vendedora de pescado, que parece recién salida de una novela.

Attia y Sandro. Pierre Gonnord, fotografías de la serie "Territoires".

Hablar del retrato en la fotografía contemporánea implica la mención de Pierre Gonnord, nacido en Cholet (Francia) en 1963 pero residente en Madrid desde 1988. Desde que en 1999 comenzara su despegue creativo, sus obras han sido consideradas una transposición del retrato pictórico clásico: composición, color, tratamiento del claroscuro... Detrás de cada una de sus personas subyace un alma, una historia, un lugar; territorios explorables a través de la introspección. En ocasiones encontramos en la literatura la génesis de su obra: de un relato a la construcción de un retrato; de la persona al personaje.

Galería Juana de Aizpuru (Madrid)
Del 5 de junio al 28 de julio de 2012

Fiedrich y Julia. Pierre Gonnord, fotografías de la serie "Territoires".

Un busto es una representación artística de la parte superior del cuerpo humano; incluye la cabeza, los hombros, el nacimiento de los brazos y el pecho, o parte de él. El arte de representar en busto viene desde la antigüedad (Egipto y Grecia) y cobra fuerza a partir del Imperio Romano. Generalmente el representado es un individuo de importancia y la intención de la realización de la obra es mantener su memoria.

Se me hace que el término “busto” cuadra mejor con la escultura, siendo más empleado “retrato” para el dibujo y la pintura; “retrato” puede referirse también a la imagen de una figura completa. La fotografía incorpora este formato desde su nacimiento; la actual “foto de carné”, sólo cabeza y cuello, es una reducción del retrato que adjuntamos como identificación en diversos tipos de documentos o llevamos en la cartera como reconocimiento de nuestros afectos: representación y memoria.

Grandes formatos titulados simplemente con el nombre de la persona. Fondos oscuros que no roban atención, sobrio colorido, detalles nítidos. Poses estatutarias, gestos contenidos y caras serias. El rostro, de frente o levemente girado, dirige la mirada hacia el objetivo consciente de que presta su presencia para el retrato: así el retratado nos observa desde su interior pero a su vez podemos utilizar la ventana abierta de sus ojos para entrar en sus pensamientos.

Senén (Galicia). Pierre Gonnord, fotografía de la serie "Terre de Personne".
Fotografía, Pintura y Literatura a un tiempo.

domingo, 3 de junio de 2012

Contumaz anacronismo

       “Calcúlese un cristo ya macilento para
       cada dos personas. Se le extraen las
       alcayatas y se le separa de la cruz, que
       dejaremos aparte. Los estigmas pueden
       mecharse con tocino. Se desencostra
       con agua tibia y se seca cuidadosamente.
       En una fuente de horno y sobre lecho de
       cebollas colocaremos el cristo, al que
       untaremos con abundante mantequilla.
       Una vez salpimentado pueden añadírsele
       especias y finas hierbas al gusto. Se deja
       al horno moderado durante tres días, al
       cabo de los cuales sale completamente
       solo”.
                                         (Ilustración de Milo Manara)

Así empieza un cortometraje realizado en 1977 por Javier Krahe: una voz en off va explicando las imágenes de la receta para cocinar un cristo. El corto se rodó para el Festival de Cádiz de ese año pero no pasó la censura: aquellos eran otros tiempos. Pero, a la espera de aprobarse la Constitución, España empezaba a permitirse ciertas irreverencias para con el, hasta ese momento, único credo permitido y obligatorio.

En diciembre de 2004, las imágenes se emitieron como telón de fondo de una entrevista al cantante en el programa de televisión Lo + Plus y el video terminó en los tribunales. El Centro Jurídico Tomás Moro (“cristianizando el derecho, cristianizando la sociedad”, y en defensa de “la libertad religiosa” y de “la dignidad de la persona, de la familia y de los derechos humanos”) interpuso, invocando el artículo 525 del Código Penal, una querella criminal por “ofensa a los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa” y “escarnio de dogmas, creencias o ritos” (o sea, escarnio de lo religioso = blasfemia). El caso ha sido sobreseído y archivado varias veces  pero hete aquí que, resucitado ocho años después por un juez contumaz y anacrónico, ha llegado a la Audiencia Provincial de Madrid que celebró vista oral esta semana.

Félicien Rops - La tentación de san Antonio (1878)

Ya reconocía el Catecismo patriótico español que “con la gran Cruzada (con mayúsculas según prescribe el recién cocido Diccionario Biográfico Español de la RAH) esos enemigos han quedado vencidos, pero no aniquilados”. El hereje (etimológicamente “el que piensa por sí mismo”) Javier Krahe, no aniquilado aún aunque “fuera de la grey” (congregación de los fieles cristianos bajo sus legítimos pastores), compone nuevos versos para cantar en la sala Galileo Galilei (otro hereje) de Madrid: "El señor no es mi pastor / Yo no soy un borrego".

No se lo tomen a broma: en algunos países, la irreverencia hacia personajes, artefactos, costumbres y creencias religiosas es delito que cuesta la vida. La alternancia democrática azuzada por la crisis económica nos trae de nuevo, como añadido de este neoliberalismo insolidario que "está reescribiendo las normas", desinformación e intolerancia: malos tiempos para la lírica y a comulgar a hostias con ruedas de molino. Dejo aquí estas crucificadas por si alguno quiere meterlas al horno sobre lecho de cebollas, rebozarlas en huevo para pasarlas por la sartén o simplemente asarlas a la piedra. Continúa la pertinaz sequía...  pero no pierdan la sonrisa.

František Drtikol - Sin título (1913)

La Mandrágora fue un soplo de aire fresco que forma parte de la historia musical de una gran mayoría de los españoles de mi generación. Javier Krahe, autor/adaptador de la mayoría de los temas, Alberto Pérez, con unos duduás antológicos, y Joaquín Sabina en sus comienzos, acompañados por el guitarrista Antonio Sánchez, intercambian voces y suenan cazús para interpretar con sencillez y frescura unas cuidadas y divertidas letras. El grupo y el álbum, grabado en directo y editado en 1981, toman el nombre del local situado en la Cava Baja del barrio de La Latina de Madrid, en cuyo sótano actuaban los tres cantautores.
  
Un disco para volver a escuchar con las letras por delante que están AQUÍ.

Rico, Rico



       Primera cuarentena
       y Tratado general de literatura

       Francisco Rico

       El Festín de Esopo, Barcelona 1982


       Edición digital:
       Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2008




     La literatura es un ir y venir entre la memoria y la historia. En todas las épocas y en todos los lugares (vale decir, en los dos mil quinientos años de Occidente), el poema empezó por ser un objeto verbal forjado para mantenerse en la memoria (para ser ahí releído, recitado y aun, si se quiere, redicho); y por ello se dispuso como una red de vínculos capaces de lograr que la evocación de un solo elemento arrastrara a la evocación simultánea de todos los restantes. El modo más eficaz de conseguirlo fue siempre y dondequiera (entiéndase: en Europa) hacer del poema un juego de espejos -sonidos y pausas, pies y rimas, diseños formales y diseños semánticos- que se reflejaran los unos en los otros, con el luzbélico empeño de introducir también en el lenguaje humano la fascinante invención divina de la simetría.

     El buen poema alcanza el propósito que lo define, engendra y articula: pervivir en la memoria, extenderse en el tiempo. En ambos actúa proponiendo un modelo, sugiriendo unas pautas para la creación de objetos verbales análogos. Construido como un poliedro de alindes enfrentados, invita -por simpatía- a la imitación y a la emulación. Tal es el desafío que lanza su propia naturaleza y recoge la envidiosa condición del hombre.

     La pervivencia en la memoria, la extensión en el tiempo y la concurrencia de análogos labran desde dentro un cauce que va ensanchándose por el aluvión de rasgos secundarios (ideas, temas, tonos) que en los poemas suelen acompañar a los rasgos primarios (los hasta aquí considerados exhaustivamente). Es el cauce de la historia. Trazado por obra de la memoria, con dinámica propia, la buena sociedad le asigna luego márgenes que cambian según el momento de medirlos, lo enlaza (en laberinto) con afluentes cuyas aguas corren tanto hacia adelante como hacia atrás. Ningún poema logra la plenitud si no se baña en esas corrientes, hasta metamorfosearse y metamorfosearlas: la red de vínculos del poema ha de trenzarse con la red de ríos así nacida, en un ten con ten de la memoria con la historia, de la historia con la memoria.

Julio Romero de Torres - Venus de la Poesía, 1913

Pensaba dejarlo aquí, pero ¿cómo hurtarles el placer de lo que sigue?: ¿Quién dijo que los filólogos son un coñazo? Copypasto hasta el final el "Tratado general de literatura". (Si no se enteran bien a la primera, relean que merece la pena). ¡Disfrútenlo!:

     Ejercicio. Redáctese un trabajo de unas cinco holandesas (mecanografiadas) sobre la influencia de César Vallejo en los sonetos de Quevedo, cuenta habida de que la crítica literaria es siempre válida si es válida literariamente.

     Aunque en deuda cuantiosa con los rasgos secundarios de la poesía, el ámbito de discurso acotado por la historia (silencio de un público, blanco de la página, atención de los connaisseurs) se vuelve imprescindible incluso para la mera identificación de los rasgos primarios (los amigos de Garcilaso peor educados "«no sabían si [el hendecasílabo] era verso o si era prosa»"). No digamos ya para asegurar la inteligibilidad mínima del poema (imagínese que el elemental pareado «La primavera ha venido. / Nadie sabe cómo ha sido» se cuela en una lección de meteorología) y para enriquecerlo cabalmente (por el contrario, restáurese «¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?» en el familiar camino de Villon y Manrique). La tradición, pues, determina la percepción, la connota.

     Pero hay más, en distinto orden de cosas. Los aficionados al uso de la poesía acostumbran a consumir también otros objetos verbales en cuyos mejores especímenes cabe rastrear ciertas semejanzas con el poema. Esas semejanzas, de hecho, son el único dato que otorga a tales objetos una entidad diversa a la de los actos lingüísticos ajenos a la poesía; genéticamente, se explican porque los mentados objetos aparecieron -y a veces desaparecieron- en fechas harto posteriores a los poemas.

     Ejemplo. Una novela tolerable no puede ser sino la artificiosa enunciación de un universo cuyos componentes -igual que en el poema y al revés que en la realidad- estén en sostenida y notoria dependencia mutua. La conformación poética de la narrativa pruébase con la autoridad de A. P. Chéjov (1860-1904): "«Si al principio de un relato se ha dicho que hay un clavo en la pared, ese clavo debe servir al final para que se cuelgue el protagonista»".

 
Osip Braz - Antón Pávlovich Chéjov , 1898 (Galería Tretiakov, Moscú)

     La frecuentación conjunta de la poesía y de los objetos en cuestión, al par que las semejanzas aludidas, ha revuelto el cauce natural por el que discurre la una con los canales facticios por donde fluyen los otros. Los rasgos primarios de la poesía circulan ahí en solución tan ligera, que el nuevo sistema fluvial -«literatura» se le ha llamado en los últimos tiempos- no se deja entender desde dentro; depende por completo del arbitrio de la historia, resuelta en acaso, sociedad, capricho. Pero los azares que cada día encarrilan la historia brindan también una comprobación retrospectiva que vale por un espléndido horizonte para la creación: la literatura ha venido a ser la máxima lengua posible. Continúa así sobre diferente tapete la partida de la memoria y la historia. En los envites van la vida y la muerte de la literatura.

     Orientación bibliográfica. Debe evitarse la lectura de T. van Dijk, Some Aspects of Text Grammars, El Haya, 1972; conviene, en cambio, refutar cuanto en el libro se dice, y en particular la opinión (página 200) de que la lengua literaria es "«un sistema de lenguaje específico de un lenguaje L, pero diferente de Ln [lenguaje estándar], describible por una gramática autónoma, pero no independiente»" (apud Fernando Lázaro, Estudios de lingüística, Barcelona, 1980, pág. 201): en verdad, es la mismísima evidencia que la literatura se distingue de los demás registros lingüísticos por la posibilidad de contenerlos a todos, de suerte que la única gramática real y completa es la gramática de la literatura.

Francisco Rico Manrique (Barcelona, 28 de abril de 1942) es filólogo, catedrático de Literaturas Hispánicas Medievales en la Universidad Autónoma de Barcelona y miembro de la Real Academia Española desde 1987, así como de la Accademia Nazionale dei Lincei y la British Academy. Ha editado numerosos clásicos medievales y del Siglo de Oro español y ha escrito varias obras sobre literatura e historia medieval y renacentista, con especial atención al Humanismo. Ha dirigido asimismo la Historia y crítica de la literatura española (editada por Crítica, compuesta por nueve volúmenes, más nueve suplementos). En la actualidad dirige la colección Biblioteca Clásica, iniciada en la editorial Crítica, pero que actualmente edita Círculo de Lectores bajo las pautas del Centro para la Edición de los Clásicos Españoles que el propio Rico promovió y dirige. En 1998 ganó el XII Premio Internacional Menéndez Pelayo y en el 2004 el Premio Nacional de Investigación Ramón Menéndez Pidal. (De la Wikipedia).