Toto Estirado, portada y contraportada de la revista Tamar IV.
El número 4 de la revista literaria Tamar, editada en 2004 por el IES Bachiller Diego Sánchez de Talavera la Real, está ilustrado con pinturas de Toto Estirado cedidas por la Galería Acuarela y la TotoGallery. Entre otros artículos incluye el texto de Paco Portalo "Doctorsito, tócate un blues en LA", ya vertido en el post anterior, un par de poemas de "Apocalipsis para uno" de Alfredo Liñán y la poesía de Ángel Campos "Pie desnudo", todo ello dedicado a la memoria del pintor.
Toto Estirado, Una María (1992).
Hansel y Grettel... de Alfredo Liñán
(en Apocalipsis para uno)
Hansel y Grettel juegan en tus sueños
de bosques encantados donde el mágico
espectro de la bruja colorea
de fantasía los árboles dormidos.
El agua se detiene estremecida
recostando su paso en el misterio
de orillas asombradas y susurros
dormidos en los vértices del viento.
(La bruja busca a Hansel escondida
en su disfraz de dulce y caramelo
y Grettel sueña una mar de golosinas
en el metal del agua y su reflejo
se transforma en espejo donde Alicia
congela eternamente el desencanto
de su rubia melena ensortijada.)
No hay pájaros, ni ruidos, ni canciones,
ni nada más que el tiempo suspendido
en la tarde sin fin de tus pinceles.
Toto Estirado, Bodegón (1992) 46 x 55 cm, óleo sobre lienzo.
Pie Desnudo de Ángel Campos
(A la memoria de Toto Estirado)
Se queda aquí la luz,
inusitada y limpia,
en la sombra secreta
de los colores.
Hay un jarrón de flores lilas al borde de la muerte.
Una mujer de espaldas
rosas rojas
limones
contra el fondo moteado y simple del paisaje.
Que su pintura no es sino la urgencia
de vivir o estallar en cualquier parte,
la impaciencia de darse a tanta muerte,
a tanta soledad, a tanto frío,
y a ese ritmo sordo que crece dentro
y que no puede compartirse.
Hay un autorretrato de torero
y un homenaje a Much
y un bodegón azul con un cuchillo,
como en un silencio plano
que engendra el grito,
la herida abierta,
el dolor final del pie desnudo.
Que la luz se quede aquí,
inusitada y limpia,
a la sombra secreta
de tus colores.
Toto Estirado, Paisaje monocromo (1992) 30 x 40 cm, óleo sobre táblex.
Los cuadros "monocromos" (arriba) no son un ejercicio de estilo o la búsqueda de nuevas posibilidades de expresión sino producto de la escasez de pintura; mejor dicho, de la falta de tubos de pintura. "La flecha del tiempo" (debajo) es título del "ingeniero": la firma E en la esquina inferior derecha vale tanto para Estirado como para Entropía (ver en el blog "Ilya Prigogine"). El cuadro "Ajedrez" (debajo) es un "análisis conceptual" realizado por encargo para el cartel de un campeonato: cuadriculado desorden de escaques, piezas con descripción de sus movimientos, una cerradura que veta el acceso a los no iniciados, toques de color, sugerencias de complejidad y ¿aleatoriedad? e incluso un jaque.
Toto Estirado, La flecha del tiempo (1981) 46 x 55 cm, acrílico sobre táblex.
Toto Estirado, Ajedrez (1993) 60 x 73 cm, óleo sobre táblex.
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