El pintor y escultor colombiano Fernando Botero (Medellín, 19 de abril de 1932), que acaba de cumplir 80 años, es el más reconocido y cotizado artista vivo latinoamericano. "Botero: una celebración", desde hace un mes en el Palacio de Bellas Artes de México DF, recopila 177 obras en la mayor muestra de su carrera artística realizada hasta la fecha.
Su original estilo figurativo con personajes de volumetría exagerada es reconocido por todos. Aunque en su obra más reciente Botero denuncia los horrores de la tortura, su variada temática abarca desde retratos de hombres y mujeres en su cotidianeidad, figuras y hechos históricos, reinterpretaciones de clásicos del arte, hasta objetos, animales y paisajes, siempre ejecutados con vivo colorido. Su crítica mirada detallista es irónica o mordaz al mismo tiempo que ingenua y tierna.
Dicen los médicos que la esperanza de vida de los gordos es menor que la de los magros. Pero contemplando estas pinturas a mí me parece que los tiempos de sus escenas son más demorados y sus vidas parecen transcurrir más lentas y apacibles.
Dejo aquí alguna de las clásicas gordas del pintor para quienes como Gurruchaga así las prefieren. Exceso de formas y mórbido desparrame: Fernando Botero el artista que ensalza la gordura.
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