martes, 13 de marzo de 2012

Vuelve la pertinaz sequía


     "Desde la suspicacia podríamos pensar en lo mucho que conviene a los Estados tener en vilo al ciudadano con las noticias sobre el crecimiento o decrecimiento de la economía; el estrés que generan termina facilitando la implantación de medidas correctivas, de recortes, despidos e impuestos que la población, debidamente amedrentada, aceptará sin rechistar."

     "Esto es lo que está sucediendo en este momento en buena parte de los países integrados en la Unión Europea. La proyección de la pérdida de autonomía de algunos Estados miembros en la pérdida de autonomía personal de sus ciudadanos está alcanzando límites literalmente insoportables.... la angustia en la que viven la mayor parte de los ciudadanos de varios países, entre ellos el nuestro, resulta cada vez más perceptible. Y así no puede mantenerse la democracia como forma política.
     Estamos en medio de una crisis económica de una envergadura extraordinaria, pero estamos al mismo tiempo a las puertas de una crisis política todavía peor. En todos los países se está produciendo un condicionamiento bastante intenso en el proceso de formación de la voluntad general, pero en algunos se está llegando al falseamiento del mismo...
     Pero no hay que llegar tan lejos para advertir el falseamiento en el proceso de formación de la voluntad general. En España hemos tenido unas elecciones el pasado 20-N, una investidura de nuevo presidente del Gobierno el 21 de diciembre y vamos a tener elecciones autonómicas el 25 de marzo en Asturias y Andalucía. La ocultación del programa por parte del candidato del partido que se daba por seguro que iba a ser el ganador de las elecciones ha sido la norma.
     Nada se dijo en la campaña electoral y en el debate en televisión con el candidato del partido de la oposición de lo que se iba a hacer. En el debate de investidura se dijo en algunos temas muy importantes lo contrario de lo que se iba a hacer días después en el primer Consejo de Ministros. Y ahora se está reteniendo la presentación de los Presupuestos Generales hasta después del 25 de marzo, a fin de que los ciudadanos asturianos y andaluces acudan a las urnas sin saber lo que el Gobierno se propone hacer.
     La democracia se está convirtiendo en un envoltorio carente de contenido, que recurre cada vez con más frecuencia, si no a la mentira, a la ocultación de la verdad. Así no se puede seguir."

     "Desde la instalación del nuevo Gobierno, el discurso oficial ha abandonado los toques de erróneo optimismo que caracterizaron a las intervenciones del anterior Presidente del Gobierto, sustituyéndolos por un panorama apocalíptico, regido por una variante de la conocida medalla del amor: hoy peor que ayer, mejor que mañana. Desde el punto de vista de la sinceridad política, tal diagnóstico sería estimable. Solo que detrás de la cortina de humo, cobra forma siempre la autojustificación: únicamente es posible hacer lo que el Gobierno hace por el bien de todos los españoles. Con una consecuencia: entramos en un tiempo de sacrificios que inexorablemente han de ser aceptados. Aquellos que se opongan a la política previsible de recortes y recortes... se quedarán solos, expulsados a las tinieblas exteriores."

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     La Guindalera es un barrio de Madrid perteneciente al Distrito de Salamanca. Se cuenta que a principios del XIX existían en los terrenos cercanos al arroyo del Abroñigal unas huertas de guindos, árboles de la familia de las rosáceas, especie de cerezos, de los que se distinguen por ser de hojas más pequeñas y frutos más redondos y comúnmente ácidos que se conservan en aguardiente. El dueño de la huerta era conocido como "Don Guindo" y era el encargado de proveer de este fruto, la guinda, a los conventos de monjas para la elaboración de almíbares y compotas.
     Guinda es también la altura total de la arboladura de un buque. Esto viene relacionado con alguna de las muchas acepciones de guindar: izar, levantar o subir algo que ha de colocarse en alto, incluso dejarlo suspendido, colgado y atado o amarrado; así que metafóricamente también se emplee como colgar a alguien de la horca. Pero la acepción más popularmente conocida de guindar es la proveniente del caló, zincaló o romaní, lengua del pueblo gitano, y significa robar, birlar, afanar, hurtar, sustraer, arrebatar o levantar. 
     Poner a caer de un guindo es criticar, hablar mal de alguien o ponerlo verde o a parir. Sin embargo, caerse de un guindo es como caerse del nido, madurar, o salir de la ignorancia, darse cuenta de algo que se tenía delante de las narices generalmente desde hace tiempo pero que no se quería ver o reconocer.
     Permanecer colgado de un guindo o del guindo ('hanging from the cherry' según la pérfida Albión) se emplea como estar o vivir en el limbo o en la inopia y quiere decir no enterarse de lo que sucede en el entorno, sobre todo cuando es algo conocido de sobra por los demás. 
     Ah! Me olvidaba: guindo en plural y con diéresis es también un sistema operativo, quizá por aquello de colgarse. Por fin pongo la guinda, colofón, terminación, remate o broche, a estos párrafos.

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